Toyota ha presentado en Tokyo (Japón) una nueva hornada de Partner Robots. Unos humanoides mecánicos que, para seguir con la tradición de sus antepasados trompetistas, siguen dándole a la música. En esta ocasión cambian los instrumentos de viento por los de cuerda, como el robot que podéis ver en el vídeo interpretando al violín la marcha nº 1 del clásico “Pompa y Circunstancia”. No se han roto la cabeza para poner nombre a este Niccolo Paganini cibernético. Le llaman “The violin playing robot”.
Por otra parte, la interpretación es bastante plana, aséptica y, lógicamente, robótica. Es todo lo que dan de sí las 17 articulaciones controladas por ordenador que este robot de1,5 metros de estatura y 56 kilos de peso lleva en sus brazos y manos. Es de esperar que, al menos, este violinista no tienda la mano ni te mire fijamente después de dedicarte una pieza a ti y a tu pareja mientras cenáis en un restaurante de lujo. La inteligencia artificial tiene su límite.
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